No cabe duda que la potencia de una civilización tan interesante y mística como la china resulta fuente de inspiración para generar un reloj que se base en contabilizar el tiempo como es aceptado por esta cultura asiática, es decir, el tiempo como lo conocemos y medimos en su generalidad parte de una aceptación de que el día tiene 24 horas divididas en periodos AM y PM, pero además se ajusta a los días del mes, periodos equinocciales y a los poco más de 365 días del año.
En la antigua China se contaba entonces con un calendario que dividía el día en 12 periodos iguales, mismos que están representados por el mismo número de signos zodiacales: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo, también conocidos como las 12 ramas terrestres. Éstos equivaldrían a dos horas del día y cada periodo se fraccionaría en ocho cuartos: cuarto original, primer trimestre original, segundo trimestre original, tercer trimstre original, trimestre positivo, primer trimestre positivo, segundo trimestre positivo y tercer trimestre positivo, siendo cada cuarto de 15 minuto, lo que equivale también al conocido cuarto de hora.
Asimismo, los chinos creían firmemente en que la vida de una persona estaba ligada a cómo organizaba sus tareas y el tiempo que le dedicaba al descanso. Así pues, se entendía que una dieta equilibrada, vida regular y trabajo sin exceso podrían ayudar a mantener el cuerpo en su forma física y espiritual a fin de vivir hasta 100 años.
Así pues, cada animal, dependiendo de su ciclo, corresponde a una actividad en el día, y Frédérique Constant nos entrega el ejemplo del conejo, cuyo periodo corresponde de las 5 horas, o 5 AM, hasta las 7 horas, o 7 AM. Durante este espacio de tiempo, dicho animal debe aplastar las plantas medicinales, lo que se traduce a levantarse a trabajar, mientras que el periodo de las 13:00 – 15:00 h indica que es momento para construir fuerza, le corresponde a la cabra y propondría que es hora del almuerzo, finalmente, el ejemplo de las 21:00 – 23:00 correspondientes al cerdo nos proponen que es hora de dormir.
Dicha sabiduría ha sido entonces llevada a un reloj gracias al sistema de cronometraje correspondiente a la cultura china realizado por Frédérique Constant al interior de su manufactura y, «no se necesitan más de dos dedos de frente» para conocer el funcionamiento de la pieza, que funciona a 24 horas y cuyos índices representan a los 12 animales del Calendario Chino, indicando también los momentos anteriormente mencionados.
En este año celebramos el año de la Cabra, por lo que la marca de horología independiente ha marcado este periodo de manera muy particular, proponiéndola a las 6 horas. Al interior late el calibre de cuerda automática FC-724, que cuenta con una reserva de 42 horas de autonomía. La pieza está diseñada en acero inoxidable y acero chapado en oro pulido, y estarán limitadas a 888 piezas para todo el mundo.