Hermès nos ha puesto literalmente a girar con el nuevo Arceau Belles du Mexique, un reloj que rinde tributo a los bailarines del Jarabe Tapatío. La famosa danza mexicana del sombrero, que simboliza el cortejo del charro a la china pobalana –quien primero lo rechaza y después lo acepta–, es reconocida como símbolo de nuestra identidad. Y Hermès ha creado una edición limitada a 12 piezas más que digna en la que despliega sus capacidades artesanales con la excelencia que la caracteriza.
Los bailarines móviles de Hermès
La carátula del Arceau Belles du Mexique reproduce una imagen que apareció por primera vez en un pañuelo de seda de Hermès de 2017. Es un dibujo de los bailarines vistos desde arriba, que celebra la danza, el movimiento y la alegría. Siete de los coloridos bailarines, colocados alrededor de un círculo de 23 diamantes en cuyo centro están las agujas de horas y minutos, son móviles y giran libremente con los movimientos de la muñeca.
La marca explica sus intenciones a la perfección: “Hermès, relojero coreógrafo, ofrece un espectáculo que aúna el dominio del cuerpo y una libertad de expresión sin trabas; sucede lo mismo en una coreografía, que tiene movimientos codificados, pero en la que cada danzante los ejecuta desde su propia sensibilidad”.
Junto con los siete bailarines móviles, hay otros siete inmóviles. Todos han sido elaborados a mano. El relieve se ha creado con capas sucesivas de pintura, depositadas de una en una. Los 14 bailarines se distribuyen sobre una esfera pintada en color naranja o color frambuesa, las mismas tonalidades de las correas de piel de aligátor liso.
El Arceau Belles du Mexique se presenta en una caja de 38 mm en oro blanco con 82 diamantes en el bisel. Lo impulsa el calibre de manufactura Hermès H1912, un movimiento mecánico automático con una frecuencia de 28,800 a/h (4 Hz) y 50 horas de reserva de marcha.
Celebrar el Jarabe Tapatío
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los criollos bailaban estos jarabes durante su tiempo libre en las haciendas de los siglos XVII y XVIII. Originalmente solo participaban los hombres, pero luego se incluyó a las mujeres. El INAH añade que el baile se practicaba libremente hasta que los españoles lo prohibieron por considerarlo ofensivo e inmoral.
Durante la Independencia de México, el jarabe se convirtió en un símbolo de libertad e identidad. En diversos pueblos se modificó para convertirse en bailes regionales. En el siglo XIX el jarabe, con sus distintas denominaciones, llegó a convertirse en el baile nacional. Entre los más representativos estaban los que se bailaban en los estados de Guanajuato, Colima, Nayarit, Jalisco y en los pueblos costeros.
También según el INAH, la composición del Jarabe Tapatío se le reconoce al músico,José de Jesús González Rubio (1800 – 1875), originario de Guadalajara, quien creó la fusión de diferentes sones de la República Mexicana. Y ahora Hermès lo inmortaliza en la relojería como solo esta Casa de lujo francesa podía hacerlo.