Hay historias que suceden como en una trama paralela, se desarrollan simultáneamente hasta que convergen en un punto crucial, como Cuervo y Sobrinos y la leyenda de la aviación mexicana: Emilio Carranza.
La maison relojera se fundó en La Habana, Cuba, y adquirió un gran prestigio. Tiempo después de la muerte del socio fundador, Don Ramón Fernández Cuervo, los “sobrinos” quedaron al mando y decidieron dar el paso de expandirse, abriendo dos instalaciones europeas, en Alemania y Francia, en la década de los veinte. Un paso que requirió de gran valor, pues el riesgo era grande, pero como todo acto de valentía, rindió frutos. Todo marchaba bien hasta que en la década de los cincuenta la empresa fue nacionalizada por el gobierno y dejó de fabricar relojes.
La historia del Capitán Emilio Carranza, es también una de perseverancia y éxito. Se tituló como piloto aviador con apenas 20 años. Realizó varios vuelos entre ciudades mexicanas y estadounidenses nunca antes intentados por un piloto mexicano. En 1927 rompió el record del vuelo más largo realzado en solitario –3000 km– entre San Diego y la Ciudad de México. En 1928 Carranza planeaba volar de Nueva York a la Ciudad de México, viaje que se retrasó en varias ocasiones debido al mal tiempo, hasta que Carranza, desesperado, desatendió los llamados y, en un acto heroico, se embarcó en un vuelo que tuvo un desenlace fatal.

Un homenaje al “Linbergh de México”
El espíritu de Cuervo y Sobrinos ha permanecido inmutable a través de altas y bajas, así como el Capitán Emilio Carranza, cuyo legado permanecerá por siempre como el de uno de los héroes mexicanos más emblemáticos. Y aunque la maison relojera ya había homenajeado al “Lindbergh de México” con un espléndido reloj, ahora presenta una nueva versión del Chronograph Emilio Carranza.
Enmarcada en una caja de acero inoxidable de 44 mm, la carátula negra de inspiración vintage recuerda los paneles de control de los aviones de aquella época, decorada con las iniciales CyS, el emblema de la casa. Es el lienzo perfecto para desplegar todos los detalles que no dejan duda de su impronta con el mundo de la aviación.
Inspiración aeronáutica
Todos los indicadores de la carátula son de color crema y están cubiertos con Super-LumiNova para una legibilidad impecable. Cuenta con dos subesferas, un contador de minutos y uno de horas (que también muestra la fecha) ubicados a las 12 y 6 h respectivamente. Aunque el detalle que seguramente más llama la atención es la manecilla de segundos pequeños, ubicada a las 9 horas y que hace las veces de hélice del Excélsior México, la nave con la que Emilio Carranza intentó el heroico vuelo de buena voluntad desde Nueva York hasta la Ciudad de México.

En el corazón de este cronógrafo se encuentra un movimiento Valjoux 7750 automático compuesto por 25 rubíes. El rotor, adornado con un abanico y el emblema de la Manufactura, está rodeado por las palabras “Latin Heritage” y “Swiss Manufacture” que contienen toda la esencia de Cuervo y Sobrinos: el sabor latino entrelazado con la perfección suiza.
El mecanismo, protegido por un cristal de zafiro doblemente curvado, tiene una reserva de marcha de hasta 48 horas y es resistente al agua hasta 30 metros. Cuenta con una correa de piel con hebilla de acero inoxidable y confirma su vocación aeronáutica con un impecable grabado en el fondo de la caja con la figura, el nombre y la aeronave del legendario Emilio Carranza.
