La relojería en general, cuenta con una historia hecha precisamente de historias, es por ello que nos brinda, como periodistas, la oportunidad de abordar temas tan representativos como el que a continuación les compartiré. Desde su nacimiento en 1860, la entonces llamada “Heuer” decidió seguir la línea de creación de los relojes deportivos, la adrenalina corría por la sangre de cada uno de los portadores del emblemático apellido, y los impulsaría a lograr asociaciones con innumerables pilotos, competencias e instituciones, y a equipar con sus productos a los más extraordinarios corredores de carreras de todos los tiempos.
Basado en el diseño del Calibre 16, el más vendido, pero equipado con el movimiento Calibre 1887 y novedosos elementos técnicos – bisel de cerámica con taquímetro, caja de acero cepillado y pulido, así como el innovador brazalete de acero con eslabones en forma de H. Los números árabes –inspirados en los contadores vintage- y la ventanilla de calendario se han aplicado a mano. El fondo de la caja es de cristal de zafiro resistente a los golpes. Un clásico contemporáneo
Velocidad, emoción, glamour: medio siglo después de su espectacular llegada al mundo de las carreras automovilísticas, el icónico CARRERA, el primer cronógrafo deportivo diseñado específicamente para pilotos profesionales y entusiastas de las carreras, sigue siendo el abanderado con un pedigrí sin igual del automovilismo – una sinergia perfecta que se inició con “Time of Trip” (1911), el primer cronógrafo de salpicadero, y persiste en el presente gracias a las asociaciones de la marca con los mejores pilotos y equipos de diversas disciplinas automovilísticas en todo el mundo.