Bell & Ross y su legitimidad nos sorprenden mediante nuevos diseños, uso de materiales y conceptualización de productos sexys dentro de sus líneas, unas que obedecen a la continuación de la herencia de la aviación. Y es que cuando pensamos en lo mucho que esta marca de origen francés y acento suizo han desarrollado para la relojería contemporánea, debemos pensar en una creatividad abundante a favor del cliente que vive de la relojería que transmite emociones, unas tan importantes como el BR-X1 Carbone Forgé.
Como su nombre lo dice se presenta en caja de 45 mm de diámetro hecha de Carbone Forgé®, titanio grado 5 y cerámica con inserciones de caucho, combinación que al tacto resulta incomparable, mientras que a la vista es esencialmente poderosa, mientras, al interior late el calibre automático que vibra a 4 Hz y cuenta con módulo de cronógrafo para la medición de los tiempos cortos.
Como parte de esta nueva línea develada hace apenas un año, BR-X1, el cronógrafo realizado en este material no solo resulta un hito técnico sin precedentes en la industria, sino que duplica las capacidades de inventiva que, de por sí, ya era digna de admirarse y copiarse por marcas de la industria relojera.
Su legitimidad “en cabina” y conexión natural con la aviación, permite a Bell & Ross empujar aún más el horizonte del cielo mediante la creación de instrumentos que permanecerán en su familia a través de generaciones.