La Manufactura de la Chaux-de-Fonds ha logrado conjugar en el Rotonde calendario perpetuo cronógrafo los elementos para leer y presentar los tiempos cortos de la vida.
Los rodajes de su mecánica le permiten contrarrestar las pequeñas imperfecciones del calendario gregoriano.
Los maestros relojeros de Cartier proponen el Rotonde calendario perpetuo cronógrafo, en oro blanco u oro rosa, en 42 mm de diámetro y con una correa en piel de aligátor.
La Manufactura ha creado un instrumento de medición del tiempo dotado de dos complicaciones 100% Cartier sumamente apreciadas en el mercado. La primera de ellas presenta en la carátula las indicaciones sobre los tiempos largos gracias a su complicación de calendario perpetuo; la segunda, a través de su nuevo calibre de cronógrafo con rueda de pilares, permite medir con precisión, y a petición, los eventos de corta duración.
Medir los tiempos largos de la existencia
Desde la invención de la relojería, los relojeros han intentado dominar el tiempo en dos ámbitos muy distintos: el de los tiempos largos y el de los tiempos cortos. Desde la aparición de los primeros relojes de mesa, los maestros han intentado adaptar la mecánica a los elementos aleatorios del calendario gregoriano para ofrecer al hombre la posibilidad de conocer la hora, pero también los datos de calendario más exactos posibles.
Los distintos perfeccionamientos mecánicos realizados con el paso de los años permitieron a los artesanos crear, en la primera parte del siglo XIX, relojes capaces de presentar los datos de calendario teniendo en cuenta la longitud de los meses pares e impares, pero también previstos para añadir un día al mes de febrero en los años bisiestos. Esta astucia de calendario destinada a corregir la imperfección del calendario gregoriano a largo plazo requirió la creación de un conjunto mecánico a la vez complejo y delicado, hecho de levas y de caracoles, cuyo corazón es una rueda que efectúa una rotación en cuatro años y cuya periferia cuenta con 48 dientes más o menos profundos que permiten a un palpador saber si los meses tienen 30, 31, 28 o 29 días. Este módulo también integra una visualización mediante manecilla retrógrada de los días de la semana, situada a las 6, y un mecanismo dedicado a la visualización de la fecha mediante una manecilla situada en la periferia de la esfera. Estos tres datos de calendario vienen con correctores rápidos integrados en el canto de la caja. Su objeto es autorizar al usuario a ajustar fácilmente las indicaciones que aparecen en la esfera en caso de pararse el reloj, dotado de un nuevo calibre Manufactura cronógrafo automático.
Fotos: Laziz Hamani © Cartier 2012