La Alta Relojería es reconocida Patrimonio de la UNESCO, luego de que Suiza y Francia presentaron oficialmente la petición. Después del procedimiento de evaluación que duró alrededor de 18 meses, la UNESCO decidió incluir la solicitud a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Relojería artesanal, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad
Presentada a la UNESCO conjuntamente por Suiza y Francia, la aplicación incluye “la artesanía relojera ubicada a lo largo del Jura desde Ginebra hasta Schaffhausen, pero también la fabricación de autómatas y cajas de música”, según un comunicado de la Oficina Federal de Cultura (OFC).
Estas tradiciones también han moldeado la arquitectura, el urbanismo y la realidad social cotidiana de las regiones afectadas. De hecho, uno de los activos de esta candidatura reside en su vinculación con la planificación medioambiental de La Chaux-de-Fonds y Le Locle, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2009, así como en su dimensión transnacional.
La solicitud de Suiza fue preparada por la OFC con un grupo directivo binacional de artesanos, representantes de museos y autoridades locales francesas.
La Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
Con la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ratificada por Suiza en 2008, la UNESCO tiene como objetivo documentar y amparar las tradiciones y expresiones orales, las artes escénicas, los rituales y eventos festivos, la artesanía tradicional y los conocimientos y prácticas relacionados con la naturaleza. La Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial contribuye a sensibilizar al público sobre la importancia de este patrimonio.
A detalle
El listado se refiere a la artesanía relacionada con los objetos de relojería diseñados para medir e indicar el tiempo (relojes, relojes de péndulo, relojes, cronómetros-cronógrafos), pero también a autómatas artísticos y androides mecánicos, esculturas y pinturas animadas, cajas de música y pájaros cantores.
El sitio web de la UNESCO menciona que “la práctica transmite muchos valores, como la buena mano de obra, la perseverancia, la creatividad, la destreza y la paciencia, y la búsqueda infinita de precisión y el aspecto intangible de la medición del tiempo le dan a la práctica una fuerte dimensión filosófica. Además de cumplir una función económica, las habilidades también han dado forma a la arquitectura, el paisaje urbano y la realidad social cotidiana de las regiones en cuestión.
Nota: la industria relojera suiza es el tercer mayor exportador del país con 21,7 mil millones de francos en 2019.