El nuevo TAG Heuer Monaco Chronograph Stopwatch celebra la profunda conexión de TAG Heuer con el automovilismo, en particular, con la Fórmula 1 y el Gran Premio de Mónaco.
En las décadas de los sesenta y los setenta, Heuer lanzó una emblemática línea de temporizadores cuyo objetivo último era la precisión. Era común ver estas piezas colgadas al cuello de aquellos encargados de medir el tiempo, dada la capacidad de estos relojes para llevar a cabo esta tarea con total claridad, incluyendo las fracciones de segundo, decisivas en el automovilismo.
TAG Heuer Monaco: Un ícono de la relojería y del automovilismo
De esta manera, en 1969 apareció el TAG Heuer Monaco, un reloj que no seguía las reglas de la relojería tradicional, siendo el primer cronógrafo automático cuadrado, que naturalmente destacó entre el mar de cronógrafos redondos, aunado al hecho de que su corona se localizaba del lado izquierdo.
Para 1971, el TAG Heuer Monaco quedó indisolublemente asociado con las pistas de carreras en la cultura popular, toda vez que Steve McQueen apareció con él en el film Le Mans. Desde entonces, ha estado conectado con el mundo del automovilismo, con un diseño que, aunque continúa evolucionando, permanece fiel a sus raíces.
Un legado de décadas de precisión y desempeño dentro del automovilismo
El nuevo TAG Heuer Monaco Chronograph Stopwatch (Ref. CAW218F.FC6356), con un legado forjado en la competencia, en un circuito que ha venido a definir la esencia de la Fórmula 1, es una edición limitada a 970 piezas, un guiño a esa década que definió a la marca y su papel en el automovilismo. Ostenta un diseño guiado por décadas en el mundo de las carreras, fiel a los códigos de diseño y la claridad de los temporizadores vintage de Heuer.
La introducción del TAG Heuer Monaco Chronograph Stopwatch también coincide con un hito en la historia del famoso circuito: desde la primera carrera del Campeonato del Mundo en el principado, celebrada en 1950, se le ha llamado simplemente el Grand Prix de Fórmula 1 de Mónaco, pero este año será llamado el Gran Premio TAG Heuer de Fórmula 1 de Mónaco 2025, con lo que la Maison se convierte en el primer socio titular en la historia del Grand Prix.
Un diseño funcional que manifiesta el DNA del automovilismo
Con una paleta de colores en negro, blanco y rojo, la original de Heuer, el TAG Heuer Monaco Chronograph Stopwatch posee una carátula circular negra sobre un fondo opalina plateada. Una escala de minutos en rojo rodea al círculo negro, sobre el cual se destacan las subcarátulas cuadradas de bordes redondeados del cronógrafo, también en negro opalina, pero con marcadores y manecillas en blanco: los segundos permanentes a las tres y los minutos a las nueve.
Los índices son de oro negro y el de las doce está marcado con laca roja, mientras que a las seis se encuentra la ventanilla de la fecha. La manecilla del segundero central del cronógrafo también está cubierta con laca roja, mientras que las de las horas y los minutos, facetadas y de oro negro, están recubiertas con Super-LumiNova azul.
Una caja cuadrada de 39 milímetros y 15 milímetros de grosor, en titanio grado 2 pulido al chorro de arena con cubierta DLC (Diamond Like Carbon) negra y hermeticidad de 100 metros, porta, desafiante, su corona a las nueve, tal como lo hiciera su antepasado, el TAG Heuer Monaco. En su interior, el calibre 11, visible a través de fondo de caja, cuenta con las funciones de horas, minutos, segundos, fecha y cronógrafo.
Un homenaje a generaciones de pilotos, la correa del TAG Heuer Monaco Chronograph Stopwatch, en piel de becerro negra, está adornada con perforaciones que recuerdan aquellas de los guantes de esos héroes de la pista. Su broche plegable de titanio grado 2 y cubierta DLC negra garantiza que el reloj permanezca firme, pero cómodamente, en la muñeca, incluso en los momentos más rápidos de la vida.
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