Classique Souscription 2025, disponible en Peyrelongue Chronos, celebra el 250 aniversario de la firma con nueva aleación de oro Breguet, calibre inédito y un guilloché especial Quai de l’Horloge.
Resurge la mayor revolución de la historia de la relojería. El espíritu innovador que define a Breguet renace con más energía que nunca. Diseño racionalizado, una impecable ejecución y un inédito formato de venta sentaron las bases para lo que hoy entendemos como relojería moderna. En la historia de la alta relojería, hay momentos clave que marcan un antes y un después. Uno de ellos se produjo en 1796, cuando Abraham-Louis Breguet presentó su célebre montre à souscription, o reloj de suscripción. Un reloj de bolsillo que no sólo supuso un avance técnico significativo, sino que introdujo una nueva forma de relación con el cliente, anticipando conceptos de marketing y fidelización que hoy resultan fundamentales.
“Breguet introdujo varias innovaciones en el reloj Souscription: un nuevo tamaño de rubí para optimizar la lubricación, la forma definitiva del sistema de amortiguación “Pare-chute”, una firma secreta y un diseño del movimiento que mejoró su reparabilidad”, explica Emmanuel Breguet, director de Patrimonio, para explicar el contexto del nuevo lanzamiento.
Classique Souscription 2025
Y para celebrar el 250 aniversario de la firma, aquí llega Classique Souscription 2025. Una pieza presenta una aleación de oro inédita llamada Breguet Gold (18 K). Combina oro, plata, cobre y paladio. La caja, de 40 mm de diámetro y 10,8 mm de grosor, presenta un nuevo diseño que la distingue de otros relojes, prestando especial atención a su ergonomía. El típico estriado Breguet ha sido sustituido por una carrura delicadamente satinada que respeta el estilo de los relojes originales, mientras que las asas se han curvado para adaptarse mejor a la muñeca.
Classique Souscription 2025 es un dechado de virtudes artísticas que hace honor al maestro. Dial con esmalte blanco grand feu sobre base de oro con la firma de Breguet en esmalte petit feu, al igual que los números arábigos y la minutería ferrocarril en color negro. La palabra “Souscription”, el número de serie y la firma secreta están grabadas con el pantógrafo de punta de diamante. Mantiene la indicación de la hora con una sola aguja central en color azul y una esfera clásica protegida por un cristal de zafiro con perfil “chevé”. Esta innovación obra de A.-L. Breguet con formato más delgado y menos abombado que los entonces de moda.
Nuevo calibre y guilloché
El fondo de la pieza es un pequeño tesoro con un nuevo tipo de guilloché hecho a mano, llamado Quai de l’Horloge. El nuevo diseño se inspira en las singulares curvas de la Île de la Cité y la esbelta refinación de la Île Saint-Louis para crear un ritmo armonioso con infinitas modulaciones. La firma también lanza un nuevo calibre manual VS00 cuya platina y puentes lucen acabado granallado y tornillos son azules. En la rueda del trinquete, destaca un grabado en negativo con un escrito de A.-L. Breguet. En el cristal también se ha grabado “BREGUET 250 YEARS”. Se observa la rueda del volante y el tren de engranajes de forma casi simétrica. Un movimiento con un barrilete que aporta 96 horas de reserva de marcha (4 días). Classique Souscription 2025 viste una correa azul marino de piel de aligátor.
El folleto publicitario
En el convulso momento desatado por la Revolución francesa que había afectado gravemente a su clientela aristocrática, Breguet ideó un sistema por el cual los clientes podían reservar su reloj con un adelanto del 25% del precio total. Además, empleó por primera vez el folleto publicitario. La estrategia no sólo le permitió mantener la producción en tiempos inciertos, sino que consolidó una relación más directa y participativa con el comprador. Breguet diseñó el reloj de suscripción como una solución elegante y accesible para un público más amplio. El primer paso para ampliar el mercado.
Desde el punto de vista técnico, el reloj de suscripción incorporaba importantes avances. Equipado con un movimiento de cuerda manual de gran precisión, se caracterizaba por tener una sola aguja central que indicaba las horas y los minutos, una decisión de diseño que simplificaba la lectura y enfatizaba la pureza del estilo. Además, estaba dotado de un escape de áncora y una rueda de escape de alta calidad, lo que le confería una fiabilidad notable para la época.
La elegancia de la simplicidad
La estética del reloj de suscripción refleja el refinado gusto de Breguet. Con una esfera esmaltada blanca, números arábigos y una caja sobria de oro, la pieza transmitía una elegancia discreta que contrastaba con los diseños recargados del siglo XVIII. Esta búsqueda de la simplicidad y la funcionalidad anticipa los cánones del diseño moderno y reafirma a Breguet como un pionero tanto en lo técnico como en lo artístico.
El movimiento del reloj solía estar firmado con el nombre y el número del suscriptor, lo que añadía un valor personal y exclusivo a cada pieza. De este modo, no solo se trataba de un reloj funcional, sino de un objeto personalizado y único para su propietario. Un ejercicio custom-made que tanto vemos actualmente en las firmas relojeras. “Se acompañó de un revolucionario método de marketing: la Souscription. Al pagar una cuarta parte del precio al realizar el pedido, los clientes permitían a Breguet organizar su producción y pagar a sus artesanos por adelantado: una visión inédita en el mundo de la relojería. Y eso no es todo: el reloj también fue objeto de un folleto publicitario, ¡una auténtica innovación para la época!”, comenta Emmanuel Breguet, director de Patrimonio.
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