Como salido de una mente delirante, el nuevo Chronoswiss Resec Beast Manufacture –alegre y colorido– reafirma sin miramientos la vocación transgresora y vanguardista de una marca creada para sorprender.
Desde su concepción en 1983, Chronoswiss ya estaba enfocada en atender a aquellos espíritus adelantados a su tiempo, esos pioneros que no dudan en desafiar los límites y siempre exigen calidad, belleza y perfección. Así es la firma de Lucerna fundada hace poco más de 40 años por Gerd-Rüdiger Lang, en Múnich.
Creada con el firme propósito de producir relojes mecánicos sobresalientes por su calidad, precisión y diseño, no se ha desviado nunca de su objetivo y ha sabido ofrecer piezas únicas que se han mantenido en el gusto de los apasionados de la relojería.

Chronoswiss Resec Beast Manufacture
Su nueva entrega no hace sino confirmar su vocación desafiante e intrépida. Se trata del Chronoswiss Resec Beast Manufacture que hace honor a su nombre y se presenta como una “bestia” alegre y muy vistosa contenida en una contundente caja de titanio grado 5 de 42 mm con las particularidades clásicas de la caja Chronoswiss: el bisel estriado, la corona en forma de cebolla y las características asas atornilladas que sujetan la correa. La carátula está conformada por elementos fisonómicos que remiten a la apariencia de diferentes animales, más bien imaginarios, que en conjunto forman un objeto fantástico.
El azul, uno de los seis colores primarios, es símbolo de confianza, inteligencia, seguridad y eficiencia, así que no es extraño que sea la tonalidad predominante en la pieza, se extienda hasta la correa de caucho, y sirva de lienzo para una carátula de diseño salvaje y sin complejos.

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Todo sucede sobre una superficie guilloché rojo intenso que parece estar en constante movimiento gracias a la maestría de los artesanos de Lucerna que se esmeran durante varias horas para la creación de una sola carátula. Sobre ella se presentan los anillos de la hora y los minutos en el mismo azul de la caja, junto al segundero retrógrado verde y el tren de engranaje púrpura que lo hace festivo e irreverente.
Las manecillas “New Dauphine” aparecen en una tonalidad azul claro con el centro en blanco. Un conjunto diverso, colorido y cambiante a cada mirada, una bestia resguardada tras un cristal de zafiro.

El corazón que da vida a esta creación no es menos impresionante, se trata de un calibre manufactura C.6005, utilizado por primera vez en 2023 para impulsar los relojes Delphis, cuenta con un rotor de tungsteno con baño de rutenio y acabado Côtes de Genève que rinde homenaje al icónico guilloché de la Maison que se ha distinguido por su tenacidad en la preservación de esta técnica tradicional de grabado. La artesanía de este mecanismo garantiza una reserva de marcha de hasta 55 horas y una precisión sin concesiones.
De la imaginación a la realidad, de crear lo que alguna vez se soñó y soñar lo imposible, de realizar objetos que remiten a seres fantásticos llenos de colores, texturas y formas, de eternas dualidades, de eso se trata la aventura de Chronoswiss que se materializa a la perfección en esta pieza, que como buen animal fantástico, será difícil de encontrar y no es para todos, por lo que solo se producirán 100 ejemplares que pueden lucirse también en un ambiente acuático ya que la “bestia” es hermética hasta 100 metros.
