Vacheron Constantin Métiers d’Art Tribute to the Quest of Time: innovación y arte

La alta relojería tiene momentos en los que parece superar sus propios límites, momentos en los que lo técnico se convierte en poesía y lo mecánico en emoción. Eso es exactamente lo que representa el nuevo Métiers d’Art–Tribute to the Quest of Time de Vacheron Constantin: un reloj de pulsera que celebra los 270 años de la Maison con un equilibrio sublime entre innovación, tradición y arte.

Tres años de paciencia, un resultado extraordinario de Vacheron Constantin

Desarrollado durante tres años, este reloj nace con un objetivo claro: llevar al pulso la esencia de La Quête du Temps, el reloj monumental presentado por la firma para su aniversario. El resultado es una pieza que combina sofisticación técnica, complicaciones astronómicas, arte miniaturizado y una innovación inédita en la lectura del tiempo.

En su corazón late el nuevo Calibre 3670, un movimiento de cuerda manual de alta frecuencia, con 512 componentes y cuatro solicitudes de patente. Todo ello en apenas 7.8 mm de altura, lo que convierte al calibre en una proeza de miniaturización.

El tiempo en dos modos

Una de las características más fascinantes de este calibre es su doble manera de mostrar la hora. En modo activo, los brazos de la figura central funcionan como agujas tradicionales, mostrando horas y minutos en tiempo real.

En modo reposo, los brazos permanecen en posición neutra y, al presionar un pulsador, se activan para señalar la hora antes de regresar suavemente a su postura original.

Este sistema recuerda al histórico reloj de bolsillo “Bras en l’Air” de 1930, pero añade un giro contemporáneo gracias a los avances desarrollados por Vacheron Constantin desde el Twin Beat Calendario Perpetuo de 2019, capaz de alternar entre dos frecuencias.

El resultado: una complicación que no solo sorprende, sino que también invita a interactuar con el tiempo de manera más íntima.

Cuatro patentes, cuatro soluciones revolucionarias

La innovación no está solo en la estética. El nuevo calibre introduce cuatro desarrollos inéditos que garantizan precisión y fiabilidad:

Doble indicación de reserva de marcha retrógrada: muestra los seis días de autonomía en dos arcos secuenciales.

Regulador de indicaciones retrógradas: sincroniza el salto de horas y minutos para evitar desfases, incluso en transiciones críticas como las 11:59.

Fase lunar 3D con edad de la luna: una carátula tridimensional de titanio indica con exactitud la fase y el día del ciclo lunar de 29,5 días.

Corrección de la luna en cualquier momento: permite ajustes sin riesgo de dañar el mecanismo, un avance clave en fiabilidad.

Cada patente es un paso más en la búsqueda de la perfección mecánica que caracteriza a la Maison.

El cielo de 1755 en la muñeca

El diseño estético del reloj rinde tributo a la historia de Vacheron Constantin. La bóveda celeste muestra el cielo de Ginebra el 17 de septiembre de 1755, fecha en que la Maison fue fundada. Con la colaboración del Observatorio de Ginebra, se reprodujo con exactitud la posición de las constelaciones de aquel día.

El resultado es un mapa estelar que no solo es hermoso, sino también históricamente exacto. En el reverso, una carta celeste indica el tiempo sideral y sigue el movimiento real de las constelaciones, con una precisión asombrosa: apenas un día de variación cada 9.130 años.

El arte en miniatura

El Métiers d’Art–Tribute to the Quest of Time es también una vitrina del saber hacer artístico. En su carátula, una figura humana tridimensional en titanio dorado señala la hora con sus brazos. El fondo azul degradado, con estrellas metalizadas y una luna en relieve, crea la sensación de contemplar un firmamento en miniatura.

La luna tridimensional de titanio se termina a mano con PVD bicolor: una cara dorada y otra azul profundo que evocan la luz y la sombra del satélite. Los arcos horarios y minuteros, en oro blanco, se complementan con índices en oro amarillo.

Cada detalle combina técnicas artesanales tradicionales –grabado, pulido, pátinas manuales– con métodos contemporáneos como la metalización en cristal de zafiro. El resultado es un lienzo relojero que mezcla tradición y modernidad en cada milímetro.

Una herencia reinterpretada

El Tribute to the Quest of Time no aparece en el vacío. Forma parte de una larga tradición de la Maison en torno a dos campos de especialización:

Las complicaciones astronómicas, presentes desde los primeros relojes de la firma en 1755 y exploradas en modelos icónicos como Les Cabinotiers Celestia (2017) o el Tourbillon Armilar Planetaria.

Las indicaciones retrógradas, introducidas en relojes como el Bras en l’Air de 1930, La Caravelle de 1937, o el Patrimony Bi-Retrograde de 2007.

Con este nuevo modelo, ambas herencias se unen en un mismo escenario, reinterpretadas a través de la innovación técnica y estética contemporánea.

Una edición limitada para coleccionistas

El Métiers d’Art–Tribute to the Quest of Time se presenta en una caja de oro blanco de 43 mm con apenas 13.58 mm de grosor. Su diseño es elegante, equilibrado y sorprendentemente cómodo de llevar.

Con una edición limitada a solo 20 ejemplares en el mundo, este reloj no solo es un homenaje al 270 aniversario de Vacheron Constantin, es también una pieza destinada a convertirse en uno de los tesoros más codiciados por coleccionistas de alta relojería.

Cada unidad lleva el sello Poinçon de Genève, garantía de excelencia técnica y acabados meticulosos. Un símbolo de autenticidad y de la filosofía de la Maison: unir precisión y belleza en cada creación.

Voces desde dentro

En entrevista, Sandrine Donguy, Directora de Producto e Innovación, resume la esencia del proyecto: “La colección Métiers d’Art es un lienzo para expresar el savoir-faire de la Maison. Este reloj es una fusión única de innovación técnica –con cuatro solicitudes de patente– y expresión artística. La figura central, inspirada en el autómata de La Quête du Temps, no es un adorno, sino un homenaje vivo a nuestra historia”.

Sus palabras confirman que el Tribute to the Quest of Time no es un simple reloj de pulsera: es un manifiesto de lo que significa hacer Alta Relojería en el siglo XXI.

En la muñeca, esta pieza no solo da las horas: inspira, sorprende y emociona. Porque el tiempo, en manos de Vacheron Constantin, no es un número, es arte en movimiento.

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